Imagen: Estacionamiento en Cincinnati, Ohio. Tom Hubbard, 1973. Wikimedia Commons
- Hay que metérselo en la cabeza de una buena vez: el estacionamiento gratuito no existe, no es más que una ilusión. Punto. Siempre tiene un costo, y ese costo alguien debe pagarlo. No hablo de lo que vale la pavimentación, pintura de demarcación y señalización, sino de lo que cuesta ese bien escaso que es el suelo utilizado para posar cuatro ruedas. En las periferias urbanas, de baja densidad y que concentran pocos viajes, el costo de ese suelo generalmente es bajo, pero en zonas que concentran muchos viajes su valor puede ser altísimo, tan alto como para justificar un cobro a quien lo utiliza. En caso de ofrecerse el estacionamiento de manera gratuita, el valor de su provisión (y el consiguiente costo de oportunidad de no poder ocupar esos metros cuadrados con usos de suelo más rentables) se traspasa…